Héroe sobre ruedas

Por Emiliano Zontella
En el marco de la materia Automovilismo, los estudiantes de Periodismo Deportivo se dieron el lujo de participar de una extensa charla junto a Ricardo Gálvez, hijo del multicampeón de Turismo Carretera, el legendario Juan Gálvez.

Juan Gálvez es el máximo ganador en todo el historial de la categoría con 56 victorias en 146 carreras. Sin conocer lo que es estar fuera del podio cuenta en su haber con nueve títulos y la obtención de cuatro subcampeonatos que lo ubican como el primero en la lista del automovilismo nacional. Sin achicarse ante la desprolijidad de las pistas fue quien domó los más bravos caminos de entonces, cuando el Turismo Carretera era aventura y cada triunfo sabía a gloria.

De carácter introvertido, tenía como máximas cualidades el método y la visión horizontal. Añadió a su mente calculadora amplios conocimientos mecánicos y toda la garra de aquel que sólo corre para ganar. De quién pone como único objetivo para sus espectaculares dotes conductivas, al triunfo.

“Lo que hoy conocemos como Turismo Carretera en nada se parece a lo que fue la época de mi papá. Él trabajaba para el automovilismo y las carreras le llevaban mucho tiempo. Se vivía exclusivamente para el auto. Una sola persona se ocupaba de todo, desde el motor, el era chapista, el tester, el piloto, el mecánico, etc. Papá era su propio preparador y se hacía absolutamente todo en casa. Muy poca gente colaboraba por ese entonces. Los grandes premios le demandaban días y días. Por ahí estaba un mes entero afuera, recorriendo kilómetro por kilómetro”, memora Ricardo.

Ricardo era chiquito pero recuerda lo que ocurrió aquel viernes 1º de marzo del 63. Su padre le había prometido a su hermano mayor, Juancito, llevarlo a la carrera de ese fin de semana en Olavarria.
“Al verlo tan dormido, mi viejo sintió pena por despertarlo y decidió dejarlo descansar. Cuando mi hermano despertó, fue al taller en la misma casa de la avenida Avellaneda en Caballito, donde vivíamos, y no vio el auto. Claro, papá ya había partido. Y ni él, ni yo, ni mamá lo volveríamos a ver”, cuenta Ricardo.

Ese domingo 3, almorzando, escuchó la noticia de la muerte de su viejo en la
“S” de tierra del Camino de los Chilenos cuando venía palo y palo con los Emiliozzi, a quienes Juan había doblegado en el barro que aún quedaba de la noche anterior, consciente de que en el pavimento el Ford de los Gringos de Olavarría era más veloz que el suyo.

Fueron famosas sus improvisaciones, reparaciones en ruta o reemplazo de partes del motor en tiempo récord, que sus conocimientos, planificación e ingenio le permitían. Con 56 triunfos que todavía no pudieron ser superados, registra su primera victoria el 20 de febrero de 1949, cuando tenía 33 años en la Vuelta de Santa Fe. La última, el 17 de junio de 1962 en la Vuelta de Laboulaye.

Además de destacarse en pista, Gálvez supo marcar la diferencia abajo del auto. Fue ideólogo y fundador de nuestra Asociación Corredores Turismo Carretera. La misma que hoy ostenta su nombre en el edificio de su sede en Capital Federal y donde se inauguró, hace pocos meses, una estatua en homenaje a su persona creada por el artista plástico Fernando Pugliese.

@emizontella11