“TE PREPARAN PARA LLEGAR A PRIMERA, PERO NO PARA NO LLEGAR”

Por Matías Ciancio
Largó los libros de derecho y se subió a un avión rumbo a Italia sin más que un bolso con poca ropa y la cabeza repleta de incógnitas. Saboreó Europa, le gustó, pero los conflictos para tramitar la doble ciudadanía lo trajeron de regreso. Tuvo revancha: diez años en la bota, tres ascensos con diferentes equipos y la caminata suficiente para descifrar el manejo de empresarios, representantes y dirigentes.

Una semana antes de partir hacia Corea Del Sur para emprender su primera experiencia como cabeza de un cuerpo técnico,
Martín Cicotello visitó ETER y describió el mundo del fútbol desde su perspectiva, la de una persona que hundió los pies en el barro mucho antes de sentarse con su saco tweed ante un puñado de estudiantes.

“Mi papá es un tradicionalista y me dijo que tenía que jugar en Santa Fe”, confesó mientras imitaba al padre con el dedo índice sacudido en el aire. El entrenador de 34 años comenzó su carrera de futbolista en Unión pese a tener la posibilidad de arribar a Vélez. Pero, tras recorrer el camino de las divisiones inferiores, Frank Kudelka no lo tuvo en cuenta. “El fútbol tiene una maquinaria empresarial. Produzco, vendo, recupero. Entonces, te preparan para llegar a primera, pero no para no llegar”, indicó el ex-delantero, que por eso aceptó el ofrecimiento de su asesor, una gira por la república italiana con otra veintena de jugadores.

“¿Viste cuando llevás vacas a un mercado a que las vean? Bueno, la idea era esa. Llegamos a Fiumicino y nos quedamos 14 horas en el aeropuerto tirados arriba de los bolsos. Llamé al que era mi técnico de cuarta sin saber qué hacer y me dijo ‘Gringo, tomateló como unas vacaciones’. Y eso hice”. La sugerencia la recibió unos pocos días antes del partido más raro de su vida, que lo tuvo como protagonista junto a sus compañeros de viaje… y un único director técnico para ambos equipos. “Era una payasada, un reality medio pedorro. Le tenía que meter un gol al arquero con el que dormía en la habitación”, señaló Cicotello, que fue uno de los once elegidos por el representante que pidió tal espectáculo, casi en honra a los estrambóticos gustos romanos de la antigüedad.

Sin embargo, ese circo fue la puerta a una carrera de una década por el ascenso italiano. “En el 2008, la cosa se puso fiera. La diferencia económica era poca, me casé, y como no soy Zanetti ni Crespo, tuve que iniciar otra cosa. Gabriel, el hermano de (Agustín) Orión, me llevó a Midland, pero no había baño, no había pelotas. Yo estaba acostumbrado a otra cosa”. El fin de una etapa lo llevó a la práctica de otro oficio, el del representante. Mientras hizo el curso de técnico, pasó los fines de semana como veedor de una agencia. “Es como ir a un mercado persa. Celular, camperita de cuero, pañuelito: representante. Si tiene chupín, es europeo. Se habla con los jugadores, se les deja una tarjetita. Y si no te da bola, hablás con el viejo y le ofrecés un remis”, reveló. No obstante, fue su ocupación más pasajera: “Dejé cuando me encontré diciéndole a un padre lo que yo no quería escuchar cuando era jugador”.

Como DT recibido, Cicotello trabajó en las divisiones juveniles de Deportivo Español y All Boys. Tras el derrumbe dirigencial de la gestión de Bugallo en el club de Floresta, aterrizó en Tucumán para debutar como ayudante de campo en un primer equipo, San Jorge. Tres meses después, Christian Lovrincevich y él se fueron aún más arriba en el mapa: Central Norte de Salta. Pero un flojo comienzo de temporada forzó su salida del Cuervo, la derrota con Independiente de Yrigoyen fue el punto final.
“Es un contexto que ninguno va a poder cambiar. Almeyda empezó a perder partidos y la gente no se acordó más del ascenso. El hincha solo ve el domingo y es justo. El fútbol es ganar”, señaló el santafecino.

Aunque Cicotello va de contramano:
“Marcelo Bielsa siempre dijo que no importan los procesos, pero son lo más importante”. El próximo entrenador de la sub 15 de un equipo que todavía no sabe pronunciar afirmó que para el trabajo con futbolistas tiene una misma metodología sean juveniles o mayores porque lo importante es que los demás actores respeten los roles sin excederse de las tareas propias: “Me ha tocado ir a clubes que no sabían lo que querían. Por eso, hay cosas de afuera que podríamos imitar, hay que profesionalizar las estructuras. Que el presidente sea el presidente, que el manager sea el manager y que el técnico sea el técnico”.

@matiashciancio