"La voz toca al otro y para eso tiene que ser flexible, humana y menos robotizada”

Por Macarena López | @macarenalpez12
Silvia Lamorte, la voz oficial de P&G, Ser, Waltmart, Ohlalá y una de las cuatro voces actuales de Coca-Cola, visitó el lunes pasado a los estudiantes de 3er año de la carrera de Locución.
Silvina, ex estudiante de ETER, vive un auge en su carrera de locutora comercial. Nunca se olvidó de lo que fue su escuela y por ello saludó con cariño a las profesoras Fabiana Grosso, de Entrenamiento vocal, y a Gabriela Vizental, de Locución, quienes hace algunos años les tocó tenerla de alumna. “Hace 15 años que me recibí y con Fabiana Grosso me sigo haciendo el 'service', es como la VTV, el mantenimiento. Vamos cambiando todo el tiempo, todos los días y de eso se trata, de seguir explorando”, confiesa Lamorte a la treintena de alumnos que la escuchan.



 
Actualmente también
es profesora de yoga y empezó a estudiar coaching. “Veo que todos los caminos en un punto se unen porque la herramienta es la voz y la comunicación. Lo que te brinda el coaching es en parte poder ver cómo te estás comunicando, qué te estás diciendo a vos mismo”, asegura la locutora y agrega: “Está bueno darle consciencia a las palabras que uno usa, porque a veces hablamos mucho sin consciencia, perdemos ese tiempo que se fue y que no está bueno perder. Porque en el lugar de objetos perdidos lo único que no encontrás es el tiempo”.

Con un tono relajado y una personalidad espiritual,
Silvina Lamorte habló de la necesidad de quererse a uno mismo, de conocer sus propias herramientas para llegar donde cada uno se proponga llegar. “Yo cuando estudiaba acá arrancaba mirando un canal de noticias y la verdad es que a mi sistema no le hacía bien arrancar de esa forma, me llenaba de impotencia. Capaz alguien quiera especializarse en noticias y eso está bien también. Cada uno tiene que ser honesto con lo que quiere comunicar, con lo que quiere ver y con lo que se quiere nutrir”, admite Lamorte.

Además, dedicó gran parte de la charla a aconsejar a los jóvenes estudiantes y agregó: “A mí me gusta tener otra escucha para hacer el demo. En un minuto trato de meter todas las variantes posibles y lo que trato es de no repetirme. Estamos en una sobredimensión de la ansiedad y un minuto es un montón de tiempo, entonces en ese minuto está buenísimo poner todos los registros que a vos te cautiven y que tengas. Lo importante es el hecho de mostrar tu mejor versión”.

Al finalizar la charla aprovechó los últimos minutos para hacer unos ejercicios de relajación con los estudiantes para luego pasar al estudio en el que escuchó uno por uno a cada uno de ellos. Entre nervios y expectativas, los estudiantes pudieron exprimir la clase dictada por una de las voces comerciales más importantes de Argentina.