EDUARDO ALIVERTI ENTREVISTÓ A IGNACIO MONTOYA CARLOTTO EN ETER

Por Pablo Duer
La pregunta se ve venir. La expectativa crece de ambos lados del estudio ETER. El microclima, de esos que se generan en las entrevistas mano a mano, ya superó la confianza y roza la intimidad. Ya se habló de lo público, lo privado, la terapia, la siesta, pero la pregunta de siempre se espera como nunca, porque más que el nombre del programa, esta vez es el símbolo de una lucha. “Decime quién sos vos”, dice Eduardo Aliverti. “Mi nombre es Ignacio Montoya Carlotto”, responde el hombre a su lado y cierran así una charla, que el formato radial rotula como entrevista y que salió al aire el pasado domingo en Radio Nacional AM 870, en el programa que el rector de ETER conduce de 10 a 11 de la mañana.

En una de las paredes del estudio, un cartel interpela: ¿Qué te enamora de la radio? No está dirigido al entrevistado sino a los innumerables estudiantes que ensayaron en él las tareas del conductor, el columnista o el productor. Que usaron como remedio para los nervios de los primeros ejercicios ese mismo vaso con agua que Ignacio se lleva a la boca entre respuesta y respuesta. Que apoyaron sus primeras rutinas en el mismo mantel rojo donde Aliverti esparce sus apuntes. Del otro lado, Roxana Russo, productora general del programa, sigue la entrevista con la misma atención que presta a sus alumnos de la materia Radio 2, que se dicta en ese mismo estudio.

“Esto sirve para todos, es importante porque detrás de este audio y al final de este micrófono hay gente que le está pasando lo mismo que me pasa a mí”, opinaba el nieto recuperado número 114 luego de la entrevista. “Es importante que también vean lo que sucede después de un proceso de restitución y un encuentro con una familia que te estaba buscando”.

Lo que sucede, sucedió y sucederá, fue contado con una gran lucidez y sin temor a adentrarse en capítulos más profundos, como el perdón a sus padres adoptivos: “La situación de crianza, en ese campo tan lejano, estuvo teñida por un montón de cuestiones, entre las cuales está este gran silencio que ellos tuvieron. Pero hubo otras, la cantidad de horas extras, las noches de no dormir para hacer una hectárea más para que yo pueda ir a la escuela. Yo entiendo el peso de su silencio, entiendo por qué lo han hecho y ya están hechos los reclamos pertinentes en la intimidad de nuestra relación”.

Al analizar el proceso que está transitando, expresó la importancia que tiene para todos el conocimiento sobre quiénes son sus padres biológicos, aunque aclaró que “no es un proceso fácil, pero sí no es apto para cagones. Acá hay que saber que vas a encontrarte con algo y bueno, a cabecear el tren. Después ves”.

Un fragmento inevitable de la charla fue el vínculo con su abuela Estela de Carlotto. “Para mí esto es un regalo que llega de manera inesperada, pero para ella es una espera, trabajada, dolorosa, con la carga de la muerte de su hija”, explicó y reconoció estar viviendo en su terreno: “La notoriedad es lo de ella, no lo mío, entonces hablamos mucho y me aconseja”.

Sobre la exposición y trascendencia que adquirió luego de conocerse que era nieto de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, reconoció haber pasado momentos donde se sintió “un poco ingenuo, atrapado”. “Como que me pusieron en un lugar y me tendieron algunas trampas, el ambiente de lo público es muy jodido, sentía que el avasallamiento mediático no terminaba”. A esto agregó que le duele haber perdido el anonimato, que “es una cosa maravillosa que te da como cierta impunidad, de pronto salir caminado y poder escupir en la calle”.

Hubo una palabra recurrente en la charla y que nuclea gran parte del proceso posterior a la restitución de la identidad de Ignacio: difusión. A través de ella hiló sus respuestas sobre su arte y un hipotético cargo político. “No tengo vocación, más en los tintes en lo que se está dando la política hoy, que es muy confrontativa, hay gente muy preparada para la chicana y están que se matan y se arrancan los ojos”. Luego, no como excusa sino pura convicción, explicó cuál es su militancia: “No solamente ser diputado es una manera de hacer política, se puede hacer política en muchísimos lugares, haciendo canciones también. Ese es mi lugar para la política, ese es mi compromiso, una militancia estética que va por otro lado pero que termina confluyendo en el mismo deseo de cambio”.

Antes de terminar, ante la pregunta de Aliverti sobre sus formas de ayudar en Abuelas, volvió sobre la difusión: “Ese es mi trabajo y lo asumo, esta historia de tener que repetir a veces sin el ingenio de estas preguntas, sino repitiendo las 14 preguntas de siempre, cómo fue el primer abrazo, cómo me sentí , cómo es la abuela, si me hace la pasta frola, y todas esas cuestiones que me las preguntan hasta el hartazgo sin siquiera hacer un gran esfuerzo como hiciste vos para que la cosa vaya por otro lado. Repetir eso para mí es lo que tengo que hacer”.

Tras casi una hora de entrevista para el programa Decime quién sos vos e incluso con el aviso del remis que lo esperaba para volver a Olavarría, se prestó a unos minutos más de charla y reflexionó sobre la entrevista: “A veces siento que a través de mi profesión y de la notoriedad que me dio el azar, yo tengo la posibilidad de llegar a ciertos lugares como éste y lo hago con mucho gusto. Pero también esto q me sucede a mi lo tomo como una responsabilidad a la que tengo que responder, de lo contario sería muy cínico de mi parte decir ‘está todo bien ahora sigan ustedes solos’, no, la idea es sumar. Así como yo sumé una familia, que la familia de abuelas sume un nieto para este tipo de cuestiones”.

Podés escuchar la entrevista aquí.

@pabloduer