La Semana de Cine del Festival de Cannes

Por Flor Gattario | @florgattario
La Semana de Cine del Festival de Cannes tuvo su décima edición en el Cine Gaumont. El francés Thierry Frémaux, delegado general del festival, reconoció que ama a la Argentina y a su marcado interés por el cine, hecho que lo incentiva a presentarse cada año. La selección magnífica de títulos ganadores y promesas del cine se basó en aquellas producciones que, en ésta ocasión, pasaron por la 71º edición del festival de cine categoría «A».


La Argentina es el único lugar en el mundo en dónde las películas del festival se exhiben de forma oficial, además de hacerlo en Cannes, su ciudad de origen. De ésta forma, y a través del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), desembarcan films que de otra manera no se proyectarían en las salas comunes de nuestro país.


El día I de la Semana Cannes tuvo una visita prevista aunque precipitada: la presencia de Tim Roth, el actor británico protagonista de películas como Reservoir Dogs y Pulp Fiction, se presentó un día antes de su esperada Master Class y dió inauguración al festival acompañando a Thierry Frémaux. Con un cine colmado de espectadores, bromearon cuando el director comenzó a hablarle al público en español. El actor, por su parte, no comprendía ni una palabra de lo que su par decía. El simpático despliegue del británico en el escenario y su cadencia al caminar hacían recordar a una de las escenas iniciales de Reservoir Dogs, cuando su personaje Mr. Orange marcha junto a sus compañeros criminales, vestidos de traje y con actitud altanera.




Así mismo, Frémaux se refirió a la crisis que atraviesa Francia y destacó la oportunidad de seguir generando eventos artísticos a pesar de los contratiempos. Cuando dijo la palabra “crisis”, aclaró que estaba hablando de Francia y no de Argentina, lo que generó risas incómodas dentro de la sala. Seguidamente, Tim Roth alzó su voz y dijo en inglés que “inauguraba la Semana Cannes”, Thierry lo hizo en francés y el público lo gritó en castellano.


La proyección de Shoplifters de Shirokazu Kore-eda dió el puntapié inicial; la película fue la ganadora de la Palma de Oro en la edición francesa. El film retrata cómo una familia de clase baja se las arregla para vivir durante la recesión japonesa del año 2009. Robando productos de tiendas y sosteniéndose con la pensión de la abuela, reciben a una nueva integrante: una niña que es encontrada en la calle. Hacinada en un mismo ambiente, la familia se vincula con amor pero también con omisión. Cada uno de ellos esconde un secreto y ese sufrimiento es insistente. Muestra un lado de Japón que no es común ver (por estar obnubilados con su extravagancia y mega-tecnologización) y que se encuentra teñido por la pobreza y los trabajos a destajo que no alcanzan para cubrir necesidades. Trabajos que se vinculan con los de una fábrica, un lavadero o una “sala de acompañamiento” para aquellos que están “solos”.


En la jornada II, Tim Roth se presentó en “su día”, el de la Master Class, y la sala desbordó de emoción. Con auriculares y traducción para el actor y los espectadores, los presentes pudieron escuchar y ver cada detalle. Al comenzar la rueda de preguntas, el actor opinó sobre Trump, acerca del Brexit, de cómo la derecha avanza en todo el mundo y son los jóvenes los únicos que pueden detener esos procesos.


Roth contó que era su primera visita al país y que aún no conocía nada del cine argentino. “Toda mi experiencia en la vida como actor fue haber estado camuflado y ser invisible. Me gusta eso. Por eso, lo único interesante para mí es cuando estoy en el proceso de trabajo”, compartió el actor en una entrevista exclusiva para ETER. "Cuándo tenía unos 17 años y estaba intentando en ser actor, hice una divertida obra en la que actúe de la mamá de Eva Perón, el papel era bastante trash. Había sido escrito para que lo hiciera un hombre; esa fue mi única experiencia con argentinos", recordó luego y se divirtió con la anécdota.


Reconoció que su mejor papel fue el primero, el de un “chico skinhead”, porque no tenía ninguna atadura al actuar y no imaginaba lo que vendría después. La pregunta se la hizo un adolescente y eso pareció causarle simpatía, lo que generó una mayor dedicación en la respuesta. Reconoció que siempre quiso ser actor de cine y que el teatro nunca formó parte de sus intereses. Tim Roth festejó cuándo varios espectadores confesaron que nunca habían visto Reservoir Dogs de Quentin Tarantino (película que se proyectó luego), como si eso lo condujera a un imaginario estreno en el que nadie supiera nada de su "nueva película", ni de su papel como Mr. Orange.


La noche cerró con una doble función de Climax, el nuevo film del director argentino radicado en Francia, Gaspar Noé, que estuvo dentro de la Quincena de Realizadores. Violenta por excelencia, nos muestra a un grupo de bailarines que, al celebrar un cierre de ciclo, se pierden en sus propios fantasmas y oscuridades producto de tomar “una droga” sin su consentimiento. El sexo, la sangre, los gritos y el devenir en sus cuerpos, alcanzan un “climax” del que es difícil bajarse, provocando en el espectador la necesidad de “taparse los ojos”.


Ya sin invitados especiales, pero con la honorable presencia de su director Thierry Frémaux, el Día III de la Semana de Cine del Festival de Cannes mostró largas colas y una sala llena nuevamente. Capharnaüm, de la realizadora libanesa Nadine Labaki, recibió el Premio del Jurado en el festival (y se encuentra nominada al Globo de Oro) muestra la vida de un niño sirio que vive en la pobreza de Beirut. Sus padres lo obligan a trabajar pero él sólo quiere sobrevivir y cuidar a una de sus tantas hermanas. Ella tiene sólo 11 años y cuando menstrúa por primera vez, su hermano le enseña a ocultar esa noticia lavando a mano su ropa interior en una escena estremecedora que mezcla ternura y dolor. Dada esa noticia, y de enterarse la familia, la entregarían a cambio de dinero. Esos pequeños gestos del niño son los que muestran la debilidad y la violencia que atraviesan éstos seres desprotegidos en cada momento, la actuación de Zain Al Rafeea, de tan sólo 12 años, es extraordinaria.

La película ganadora del Premio del Jurado visibiliza la situación de los inmigrantes en el Líbano, es el caso de la mujer etiopiana con la que se alberga Zain, luego de escaparse de la casa de sus padres. Ella tiene un bebé y el niño cuida de él mientras la mujer trabaja. La protección que le da al bebé y el amor que recibe de esa madre es una entrega que nunca antes había recibido.


La lluvia torrencial del Día IV de la Semana Cannes recibió a unos espectadores empapados y ansiosos por agitar sus paraguas antes de entrar a la sala. Thierry Frémaux se despidió recibiendo un reconocimiento como Miembro de Honor de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas entregado por la actriz argentina Cecilia Roth. Burning, del director surcoreano Lee Chang-dong, fue la película que se proyectó. Frémaux antes de dar inicio al film confesó que el director de la película fue ministro de cultura en el pasado, y que sus colegas de aquel momento, le habían pedido que como director tratara de no reflejar a la cultura surcoreana, pedido que dadas las pruebas, nunca acató.
Burning es drama romántico e intriga policial, cuerpos desnudos y paisajes campestres. La historia de un joven escritor que se cruza con una vieja compañera de colegio con la cual tiene un amorío momentos antes de que ella viaje. En África conocerá a un nuevo amigo que tiene un especial fanatismo, quemar invernadores abandonados.


Dogman de Matteo Garrone tuvo su lugar en el quinto día, éste film del director italiano se basa en un asesinato real sucedido a finales de los ochenta. Muestra la vida de un hombre que es dueño de una peluquería para perros en un suburbio de las afueras de Roma. El actor Marcello Fonte ganó la Palma a la mejor interpretación masculina de Cannes 2018 por su papel. Éste extraño peluquero es un adicto a la cocaína que se vincula con un ex-boxeador y matón del pueblo con quién comparte su afición. Las diferentes situaciones que atraviesa el peluquero parecen llevarlo a dos enraizados deseos: hacerse visible y ser aceptado por los “otros”.


La última proyección original (ya que el último día se repetía Shoplifters) de la Semana Cannes fue con la fantástica Border, del director iraní Ali Abbasi, quien trabaja en los países escandinavos en la actualidad. La película ganó el premio principal de la sección Un Certain Regard por ser considerada una obra original. Border muestra el encuentro de dos seres con similitudes físicas pero distintas al resto de los “humanos”. Uno de ellos sabe de dónde proviene esa desigualdad y el otro la desconoce. Sobre ellos sobrevuela un dolor que es compartido y no diferencia razas. Finalmente, y espejados en su “fealdad”, se re-descubren.


La 10° edición de la Semana de Cine del Festival de Cannes fomentó la cinefilia y la posibilidad de ver realidades hechas películas. Realidades que pueden verse a la vuelta del cine, metros más allá de la butacas en la cuales se sientan los espectadores. En ésta oportunidad, la insistencia por “la aceptación del otro” fue una consigna que estuvo presente en cada una de los films. Ésta inolvidable semana del cine, volverá el año que viene con otras propuestas y verdades.